domingo, 6 de septiembre de 2009

BUNDEENA

Ayer sábado, me tomé el tren hacia Cronulla, que está hacia el sur, a una hora de Sydney (en auto, solo media hora) y después de dar unas vueltas por ese suburbio relajado y con una playa increible, me
tomé un barquito hacia Bundeena. Es media hora de navegación y llegás a un lugar increible. Caminé, tomé sol y disfruté de un día bárbaro. No podía creer estar tan cerca de la ciudad y cuando tuve que regresar me faltaba coraje. Un regalazo el día de ayer. Me llevé de compañía a Gabriel García Márquez en inglés Seventeen Poisoned Englishmen, pero que me perdone la lengua inglesa, no es lo mismo!!!