Claro, la edad promedio del grupo es de 25. Entonces, cuando es tanta la diferencia, lo primero que se pierde son las inhibiciones...
Estoy rodeada de asiáticos: japoneses, coreanos, chicos, tailandeses; hay estudiantes de Europa
-aunque pocos-, de Arabia Saudita, y un mexicano; todos felices, todos con ganas de conversar, de aprender, interesados unos en los otros, mochilas al hombro, zapatillas y para el almuerzo: una banana, una manzana... y yo, que parezco estar más en el bando de los profesores.
SYDNEY IS BEAUTIFUL
No tengo otras palabras por ahora. El cielo azul y el sol de julio -cálido y brillante como suele ocurrir también en el invierno de casa- creo que la hizo aún más linda. Es una ciudad increible.
lunes, 20 de julio de 2009
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